Nacionalidad: Colombiana
Grado académico: Médica Veterinaria, Especialista en Gerencia Educativa, Magister en Salud Animal, PhD en Educación y Sociedad
2992-7293
Triana Suárez Ana María1., Chala Aristizabal Julián1 & Romero-Hurtado Clara Stefany2
1Egresados de la Universidad de La Salle. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Programa de Medicina Veterinaria. / 2Médica Veterinaria Universidad de La Salle, Especialista en Gerencia Educativa Universidad de La Sabana, Magister en Salud Animal Universidad Nacional de Colombia. Doctora en Educación y Sociedad Universidad de La Salle. Miembro del grupo de investigación en Educación y Sociedad de la Universidad de La Salle y Docente de la Universidad de La Salle. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Programa de Medicina Veterinaria.
INTRODUCCIÓN
A mediados de marzo del año 2020, la Organización mundial de la Salud (OMS) declaró al nuevo coronavirus SARS-COV-2 como una pandemia por su rápida propagación (Burkart, S. Díaz, M.F. 2020). Esta enfermedad afecta a la humanidad no solo desde la salud, pues trasciende a esferas como la económica, social, política, educativa, laboral, familiar, entre otras (Latorre, M.H., 2020) y vale la pena en este punto de la pandemia conocer y profundizar otras instancias donde el SARS-COV-2 ha dejado huella, por ejemplo, en el agropecuario.
Una de las principales medidas de protección de la salud pública y la disminución de la propagación de esta enfermedad, por parte de los gobiernos, fue la contingencia y el aislamiento social. Así mismo el uso de elementos de bioseguridad, la educación a distancia, el teletrabajo, los cierres en las fronteras, cierre de empresas pequeñas y restaurantes, cuarentenas totales o parciales, entre otras más que a largo plazo, han generado aparentemente un efecto negativo en los diferentes sectores de la economía (CEPAL, 2020).
La pandemia impactó a todos los sectores económicos y a todas las personas de alguna forma. Sin embargo, a pesar de todas las limitaciones e incertidumbres que la población enfrenta, el sector agropecuario en Colombia continuo con sus labores atendiendo a las medidas de bioseguridad adoptadas por el gobierno nacional (Vizoso, 2020). Al inicio del confinamiento se registraron alzas que favorecieron a los cultivadores de alimentos perecederos por el estado de pánico y de especulación producto del virus, sin embargo, este fenómeno no duró más allá de 30 días (abril de 2020). Posteriormente ocurrió una disminución en los precios que se agudizó a mediados de 2020 con la salida de cosechas de algunos productos. Los ejemplos más evidentes fueron la papa y el plátano, que registraron cotizaciones ruinosas para los campesinos (Portafolio, 2020).
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2020), en el periodo enero-diciembre 2020 las compras externas del grupo de productos agropecuarios, alimentos y bebidas fueron de US$6.972,8 millones CIF (Cost Insurance and Freight, o costo, seguro y flete) y disminuyeron 0,5%, en comparación con el mismo periodo de 2019; este resultado se explicó principalmente por las menores importaciones de materiales crudos no comestibles. El fenómeno de disminución de las importaciones genera escasez de materias primas y a su vez, incrementos en los precios de los alimentos, afectando a distintos sectores de la población, incluidos el agropecuario (Universidad Nacional de Colombia, 2020).
Si bien es cierto que los agricultores tuvieron que superar varios desafíos para poder continuar con sus actividades, la importancia de las herramientas digitales se hizo cada vez más evidente y la coyuntura incentivó la aceleración digital en el campo (Vizoso, 2020).
Un estudio realizado por la firma de consultoría McKinsey señala que la digitalización es una realidad como el caso de los agricultores brasileños. Hoy 85% de ellos utiliza WhatsApp diariamente, 71% usa canales digitales para administrar su finca, 36% hace compras online para su negocio y 33% desea comenzar a vender sus productos por internet. Se prevé que este escenario se debería intensificar después de la pandemia, con la ampliación del uso de tecnologías digitales (Vizoso, 2020).
En relación con las actividades de los médicos veterinarios durante la coyuntura sanitaria, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) señala que es crucial que puedan continuar realizando las actividades necesarias para garantizar que, únicamente los animales sanos y sus productos sean introducidos en la cadena alimentaria, que se puedan atender situaciones de emergencia y se conserven las medidas preventivas (vacunación contra enfermedades con un impacto económico o de salud pública significativo) (OIE, 2020), razones por las cuales es crucial mantener las actividades y el ejercicio de la medicina veterinaria.
De acuerdo con lo anterior, se realizó el presente estudio con el propósito de identificar aproximarnos a la afectación del servicio médico veterinario en sistemas productivos lecheros de la sabana de Bogotá, Colombia durante el primer y segundo año de pandemia. La sabana de Bogotá hace parte de la cuenca lechera de trópico bajo en el país, la que representa el 68% para la producción nacional de leche (Ministerio de Agricultura, 2020).
METODOLOGÍA
Para dar alcance al objetivo central se realizó una encuesta a trabajadores de fincas o sistemas productivos que en el contexto colombiano frecuentemente reciben la denominación de mayordomos de diferentes municipios del departamento de Cundinamarca: Sopo, Calera, Simijaca, Zipaquirá, Madrid, Guasca, Chocontá, Soacha, Gachancipá, Ubaté, Sisga, Sesquile, Villapinzon y Nemocón.
La encuesta constó de 7 preguntas dirigidas a los trabajadores o mayordomos con el fin de conocer sus puntos de vista en aspectos relacionados con el profesional en medicina veterinaria, la resolución de casos clínicos, la obtención de medicamentos para tratamientos, la comunicación y disponibilidad del profesional, el uso de ayudas tecnológicas como el celular y posibles efectos de la pandemia en el sistema productivo.
Fue posible recoger 108 respuestas para la encuesta, las que se realizaron a través de llamada telefónica o por visita presencial con las medidas de bioseguridad establecidas por el gobierno nacional.
En la siguiente tabla (Tabla 1) es posible identificar las preguntas realizadas a los trabajadores, las cuales corresponden a cuestionamientos de orden dicotómico.
RESULTADOS
Las siguientes figuras en gráficos de barras muestras el porcentaje de distribución obtenido para cada una de las preguntas.
DISCUSIÓN
El efecto de la pandemia sobre la actividad lechera en Colombia según el Ministerio de Agricultura es que será más competitiva puesto que el incremento del precio del dólar desincentiva las importaciones de productos lácteos, al tiempo y según lo informado por la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGAN), por prevención, los consumidores se abastecieron de leche, por lo que se incrementó la demanda y se vio percibió un aumento de precios al consumidor durante el primer semestre del año 2020. Estas situaciones según el Ministerio de Agricultura Nacional (2020) hacen que el impacto de la pandemia en el sector lechero se neutro, sin evidencia de pérdidas económicas. No obstante, vale la pena mencionar que según el estudio de Perspectivas Agrícolas 2021-2030 de OCDE y FAO (2021), se estima que los efectos se verán a mediano y largo plazo en productos lácteos como el queso, el que tradicionalmente tiene un consumo elevado por fuera de los hogares en preparaciones como hamburguesas y pizzas. El mismo estudio señala un cambio sustancial en la cocina de los hogares a tribuido a la pandemia donde se privilegie la alimentación casera y alimentos considerados por los consumidores como saludables.
En otra dirección, aun en nuestro país no se cuentan estudios que den a conocer o permitan establecer el impacto de la pandemia en torno al ejercicio de la medicina veterinaria en el sector lechero para el departamento de Cundinamarca, razón por la cual este escrito es de relevancia en tanto que, da una aproximación a la realidad de la profesión en una de las cuencas lecheras más importantes para el país. Los resultados evidencian que, la actividad del profesional en veterinaria ha continuado sin mayor impacto, la comunicación, consultas y tratamientos no han generado un detrimento para la salud de los animales en tiempos de pandemia o periodos de cuarentena, lo ha anterior fue posible en su momento en tanto que la profesión fue una de las actividades priorizadas de libre circulación dispuestas por el gobierno nacional (Decreto 990 de 2020, de la Presidencia de la República de Colombia, 2020).
La distribución obtenida para cada una de las preguntas es posible comprenderlas de la siguiente manera, con relación a la primera pregunta ¿Ha tenido que realizar un mayor uso de las tecnologías como el celular para actividades del sistema productivo o de la finca durante la pandemia?, es posible mencionar que el impacto de la digitalización de distintas actividades fue un fenómeno que se presentó no solamente en zona urbana sino también rural reflejado en un 75% de los encuestados que argumentaron que a través de la red social WhatsApp fue y sigue siendo posible mantener una comunicación con profesionales del sector agropecuario para atender actividades del sistema productivo, este aplicativo permite notas de voz, video llamadas, fotografías, videos, trasferencia de archivos en formatos de texto y conversaciones, lo que facilita el diálogo en situaciones de restricción de presencialidad como las presentadas durante los primeros meses de la pandemia en Colombia. Así mismo y de acuerdo con el diario nacional La República, la aplicación WhatsApp fue la segunda más utilizada en el país entre el 01 de marzo y el 31 de agosto de 2020, por detrás de Facebook (Neira, 2020).
Para la segunda pregunta, ¿Ha evidenciado un impacto negativo por la pandemia en el sistema productivo o finca?, el impacto negativo en la finca ganadera no se vio reflejado para un 71% de los encuestados, posiblemente por la continuidad de las actividades favorecidas en su momento por la conectividad antes descrita y por la priorización que otorgó el gobierno nacional para la movilidad de profesionales en medicina veterinaria. No obstante, el 29% de los encuestados si encuentra un impacto negativo por la pandemia, al profundizar sobre las posibles razones, se encuentra que obedece a situaciones como, lejanía o distancia al pueblo o impedimento para comprar materiales o insumos necesarios y de urgencia, imposibilidad para acceder a los almacenes agropecuarios por restricciones de movilidad, a este nivel es necesario mencionar que se priorizó la movilidad de los profesionales en medicina veterinaria no así la de aquellos que aportan al ejercicio de la profesión como los trabajadores de los sistemas productivo. De modo que para futuras situaciones de orden similar vale la pena que el gobierno nacional rastree las labores que materializan las actividades de las profesiones de modo que sea posible la movilidad de la red de apoyo a las profesiones en circulación, así como las posibilidades de acceder a materiales prioritarios de salud animal en reservas o despensas propias del gobierno nacional.
En atención a la pregunta ¿Considera que la atención del o la médica(o) veterinaria(o) se vio afectada por la pandemia?, un 56% de los encuestados indica que si, al profundizar se encuentra que esta respuesta está asociada no con la prestación del servicio del profesional en medicina veterinaria sino con la interacción trabajador – médico veterinario, en tanto que los encuestados sienten que producto de la pandemia las manifestaciones de cercanía y afecto tuvieron que ser dosificadas, de esta forma, los saludos, las conversaciones, los abrazos y el estrechamiento de manos tuvo que remplazarse por el distanciamiento social sugerido por el gobierno de 2 metros y los movimiento de manos a distancia. Igualmente, el 44% restante indica que la interacción o cercanía con el profesional fue posible de continuar pese a las condiciones de pandemia por cuanto el veterinario(a) tiene domicilio en el mismo municipio o territorio del sistema productivo.
Para la pregunta ¿Su comunicación con él o la médica(o) veterinaria(o) ha sido difícil durante la pandemia? el porcentaje de distribución fue similar a la pregunta anterior, un 56% si y un 44 % no. El 56% responde en atención a las restricciones producto de la pandemia, particularmente las relacionadas con movilidad por parte del trabajador y el 44% se encuentra en coherencia con las posibilidades de comunicación por ejemplo con la aplicación arriba mencionada.
Con relación a la pregunta ¿En alguna ocasión durante la pandemia o periodos de cuarentena optó por actuar según su criterio a la hora de tratar un animal sin consultar al médico veterinario?, 40% si y 60%, al profundizar se advierte que el 40% está asociado a la situación de cuarentena estricta en Colombia durante los primeros meses de la pandemia, en donde el profesional en medicina veterinaria tuvo que guiar a los trabajadores o mayordomos en realizar algunos tratamientos de orden menor y que podían ser orientados desde la distancia, y el 60% no lo consideró necesario por cuanto el profesional vive en la región, lo que facilitaba el desplazamiento al interior de los territorios.
En la pregunta ¿Considera que la pandemia o periodos de cuarentena ha impedido que él o la médica(o) veterinaria(a) tenga dificultades para la consulta clínica, asesoramiento en tratamientos, disponibilidad de tiempo, urgencias y emergencias?, el 73% indica que no, mientras que un 27% indica que sí. La distribución obedece por un lado a la posibilidad de movilidad que con el paso de los meses al inicio de la pandemia otorgó el gobierno nacional (73%) y las dificultades (27%) se explican precisamente por las restricciones o cuarentena estricta en el país durante los meses de marzo y abril del 2020. Así mismo al profundizar, los encuestados manifestaron también que por ejemplo, la obtención de medicamentos formulados como tratamiento ha sido moderadamente difícil esto porque los proveedores pudieron realizar las entregas contratadas, no obstante en algunos momentos particularmente al inicio de la pandemia experimentaron escasez de insumos y medicamentos, por las restricciones de movilidad y por la lejanía o distancia del sistema productivo, según un estudio realizado por el Banco interamericano de Desarrollo, en países como Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia y República Dominicana, más de la mitad (51.5%) de los productores manifestaron presentar problemas con la obtención de los insumos que necesitaban para la producción como semilla, fertilizante, fungicida, herbicida, insecticida, durante la pandemia y vinculan esta situación también con las restricciones de movilidad, las cuales también afectaron al transporte de los productos al mercado para un 70% de los que participaron en el estudio (Schling, Salazar, et al., 2020). También, dentro de los trabajadores encuestados, varios manifestaron que se vieron afectados con las alzas en los precios de materias primas y productos agropecuarios, esto se debe a que los procesos de importación de productos agropecuarios y materias primas se han visto en dificultad por la crisis sanitaria mundial, generando escasez y alto costo de alimentos, con graves consecuencias para las vidas cotidianas de la mayoría de los colombianos (Universidad Nacional de Colombia, 2020).
Por último, al preguntarle a los trabajadores o mayordomos de los sistemas productivos por su temor frente a la pandemia en relación con las visitas del profesional con la cuestión ¿Se siente expuesto a la pandemia por COVID-19 con las visitas veterinarias?, el porcentaje que se encontró un 44% si y un 56% no, permite hacer evidente que la incertidumbre frente al contagio es alta aun cuando a la fecha rigen medidas de bioseguridad; el 44% argumentaba sentir la exposición debido a las innumerables visitas realizadas por el médico(a) veterinario(a) a diferentes fincas, pero sobre todo por residir en zonas o municipios de mayor afectación por Covid-19 como Bogotá, Chía y Zipaquirá. En este aspecto es relevante destacar que es fundamental que el agro colombiano se dote de todas las medidas sanitarias necesarias para no detener las operaciones comerciales, sino por el contrario, mantener la producción, sacando provecho de la disminución de las importaciones para abastecer la canasta familiar a nivel nacional (DVA, s.f). Vale la pena entonces pensar en las actividades que puedan desarrollarse desde la virtualidad y cuales son de necesaria obligatoriedad para la presencia del profesional en el sistema productivo, esto aun cuando se consiga la inmunidad de rebaño por vacunación o infección natura, pues a este nivel es importante comprender que en función del aprendizaje no servirá de nada forzar el regreso de la normalidad pre COVID-19, si no se ajustan comportamientos que pueden derivar y acrecentar futuras pandemias o situaciones similares a las ya conocidas por SARS-COV-2.
De acuerdo con el más reciente The Covid Resilience Ranking (https://www.bloomberg.com/graphics/covid-resilience-ranking/) , Colombia ocupó el puesto 12 en las categorías de Estatus del covid-19, Calidad de vida y Proceso de reapertura económica, ubicándose como el país líder en América Latina, acompañado en el top tres (3) por los países de Chile que ocupa en el ranking el puesto 13 y Argentina en el puesto 27.
Conclusiones
De acuerdo con el total de encuestados los resultados evidencian una mayor afectación en explotaciones ganaderas primeramente por escasez de medicamentos al inicio de la pandemia, seguido del posible incumplimiento por parte del distribuidor asignado para el sistema productivo o la finca y lejanía de ésta al pueblo, siendo la segunda consecuencia la principal, meses después de retomar a la nueva normalidad.
Respecto del incremento del uso tecnológico el 75% de los encuestados lo manifestó recalcando que por medio de la aplicación WhatsApp fue posible la resolución de casos clínicos de baja o mediana complejidad por medio de los tratamientos indicados por el médico veterinario encargado.
La exposición al SARS-COV-2 pese a transitar ya varios meses de pandemia en el territorio colombiano y hacer un uso adecuado de los protocolos de bioseguridad, sigue generando preocupación y temor entre los trabajadores por las visitas del veterinario, en tanto que el profesional hace por lo general recorridos a otros sistemas productivos en la región.
Se sugiere realizar un estudio de mayor profundidad que permita conocer los puntos de vista aquí tratados y otros de trabajadores de otras zonas del territorio nacional para tener una mayor cobertura y comprensión de la situación y de este modo poder establecer rutas de solución y confianza que permitan dar continuidad con el ejercicio de la medicina veterinaria garantizando que el impacto de la pandemia en el sector agropecuario sea el menor posible y su recuperación sea rápida.
Colombia puede convertirse en un país a consultar dentro de la región con miras a apoyar la amortiguación de los impactos negativos de futuras emergencias sanitarias.
Referencias