Nacionalidad: Ortiz
Grado académico: Licenciatura
2992-7293
Introducción
El bienestar animal ha sido definido por Donald M. Broom como “el estado de un individuo con relación a sus intentos por afrontar su ambiente” (Hemsworth, et al., 2015), y por la OIE (Código Sanitario para los Animales Terrestres) como “estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las vive y muere” (OIE, 2019). Es decir, el bienestar animal se relaciona con el manejo y el entorno que se brinda en los animales y, por lo tanto, es un tema que ha generado mucho interés por parte de la sociedad, incluidos los consumidores de productos de origen animal (Tahamtani, et al., 2022).
Específicamente en gallinas ponedoras, se ha buscado el desarrollo de nuevas alternativas para su alojamiento, así como la prohibición de las jaulas convencionales, ya que se considera que brindan un espacio muy restrictivo para el movimiento y la expresión de comportamientos naturales de las aves (Meng, et al., 2015; Lay, et al., 2011). La implementación de sistemas alternativos para el alojamiento de las aves tiene como objetivo mejorar su bienestar, al brindarles más espacio y enriquecimiento ambiental como perchas, nidos, sustrato para la búsqueda de alimento y/o baños de polvo, etc. (Yilmaz, et al., 2016; Guinebretière, et al., 2013; Jasper, 2016); además en algunos casos, las aves pueden tener acceso a un área libre exterior a la caseta (Elson, 2009). Entre los alojamientos alternativos para gallinas ponedoras, se encuentran las jaulas equipadas o enriquecidas y los sistemas libres de jaula como casetas de un nivel, aviarios, libre pastoreo y sistemas orgánicos (García, 2018).
Aunque no existe una forma determinada de medir el bienestar en las aves de producción (Blokhuis, et al., 2007), se han estudiado y empleado ciertos indicadores que brindan información importante para conocer el estado general en el que se encuentran las aves. Estos indicadores deben de contar con sistemas de evaluación fáciles de aplicar, que no requieran mucho tiempo y que puedan ser repetibles (Tauson, et al., 2005); algunos de los que se han evaluado en gallinas de postura son: Condición de las patas o almohadillas plantares, condición del plumaje, presencia de lesiones en piel y la cresta, deformación del hueso de la quilla, incidencia de enfermedades, niveles de corticosterona plasmática y/o en la albúmina o yema, y la evaluación en sangre de la relación heterófilo: linfocito, entre otros (Forkman & Keeling, 2009; Tauson, et al., 2005; Singh, et al., 2009). Varios de estos indicadores forman parte de protocolos, los cuales son una herramienta para la auditoria del bienestar en animales de producción, incluidas las aves (Forkman & Keeling, 2009).
Entre los indicadores antes mencionados, la evaluación de la condición del plumaje es una técnica accesible y que nos permite identificar problemas del diseño en los sistemas de alojamiento, del comportamiento (picoteo agresivo de plumas), así como de la salud y nutrición de las aves (Tauson, et al., 2005; Guerrero, et al., 2018; Campe, et al., 2018). Generalmente se emplean escalas de puntuación para calificar la integridad del plumaje por regiones corporales (Tauson et al., 2005; Forkman & Keeling, 2009), lo que puede ayudar a identificar los factores asociados a la pérdida de plumas en determinada área corporal.
“Objetivos
Evaluar la condición del plumaje de gallina ponedora en tres diferentes sistemas de alojamiento.
Material y métodos
La investigación se llevó a cabo en el Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Avícola (CEIEPAv) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México.
Se emplearon 206 gallinas de la estirpe Bovans White de 40 semanas de edad, las cuales se habían alojado de manera aleatoria en 3 diferentes sistemas de alojamiento durante 12 semanas:
“Cada tratamiento contó con dos réplicas y quedaron de la siguiente manera:
El alimento (en harina a base de maíz y pasta de soya), así como el calendario de iluminación (16 horas luz al día) fue el mismo para todas las aves.
Condición del plumaje
Se realizó una evaluación de la condición del plumaje a todas las gallinas, después de haber sido alojadas en alguno de los tres tratamientos durante 12 semanas, (desde las 22 hasta las 40 semanas de edad). Para ello, se desarrolló una escala de evaluación de la condición del plumaje de las aves, tomando como base la escala de Tauson, et al. (2005). Se tomaron en cuenta las siguientes cuatro regiones corporales de las aves: Cuello, pechuga, alas y cola. La evaluación fue realizada siempre por la misma persona y se empleó una escala de evaluación con 4 categorías (score):
Cuello:
1. Presenta toda su superficie sin cobertura de plumas de contorno, sólo con presencia de plumón y que se extiende hasta el área de la pechuga (Figura 1).
2. La mayor parte de su superficie se encuentra sin cubierta de plumas pero sin alcanzar el área de la pechuga (Figura 2).
3. La mitad o menos de su superficie se encuentra sin cobertura de plumas (Figura 3).
4. Plumaje abundante y sin daño en toda su superficie (Figura 4).
Alas:
1. Las plumas remeras presentan un gran daño en su integridad, en algunos casos sólo se aprecia el raquis (completo o incompleto) con pérdida total de las barbas, lo que ocasiona pérdida del contorno del ala (Figura 5).
2. Se observa un daño en el estado de las plumas remeras que presentan cierta separación entre sus barbas y pérdida de la punta, por lo tanto el contorno del ala se ve ligeramente afectado (Figura 6).
3. Las plumas remeras presentan una mejor integridad y unión entre ellas, pero aún se observa un poco de alteración de su estado y en algunas pérdida de la punta (Figura 7).
4. Plumas remeras íntegras y en buen estado, el contorno del ala sin alteración (Figura 8).
Pechuga:
1. Pérdida bilateral de la cubierta de las plumas sobre un área considerable de la quilla que puede extenderse hasta el borde del abdomen (Figura 9).
2. Pérdida unilateral o bilateral de la cubierta de plumas, el área aptérica sólo cubre y se extiende sobre la quilla (Figura 10).
3. Ligera pérdida de la pluma sobre el eje sagital de la quilla, la zona aptérica comprende sólo la punta de la quilla (Figura 11).
4. Cubierta de plumas abundante y en buen estado (Figura 12).
Cola:
1. Pérdida de la cobertura de plumas en el dorso de la cola y plumas timoneras presentan un gran daño en su integridad ya que sólo se observa el raquis (pérdida total de las barbillas de la pluma). Se aprecia a simple vista la glándula uropígea (Figura 13).
2. El dorso de la cola presenta total cobertura de plumas, pero sólo se observa el raquis de las plumas timoneras (Figura 14).
3. Plumas timoneras se aprecian más largas y en mejor estado pero aún se observa pérdida de la integridad de la pluma (barbas y bárbulas) en su región distal (Figura 15).
4. Plumas timoneras, así como su contorno en la base de la cola, se encuentran en buen estado (Figura 16).
Higiene del plumaje
Se evalúo la higiene general del plumaje de todas las aves a la semana 12 del estudio, empleando sólo dos categorías: Plumaje sucio (Figura 17) y Plumaje limpio (Figura 18).
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo para la condición e higiene del plumaje, mostrando las frecuencias relativas (porcentajes) de cada categoría.
Resultados
El sistema sin jaula fue el que obtuvo el mejor estado de plumaje (puntaje de 4) con 100% de las aves con plumaje en buen estado, seguida de la jaula enriquecida (92%) y por último la jaula convencional (45.8%).
La mejor condición del plumaje (puntaje de 4) también fue para el sistema sin jaula con 93.3%, seguida de la jaula enriquecida con 57.1% y por último la jaula convencional con 11.1% (50% de sus aves con puntaje de 3).
En contraste con lo anterior los sistemas de jaula convencional y enriquecida mostraron un mejor estado del plumaje en esta área en comparación con el sistema sin jaula con 81.94%, 88.88% y 33.33% respectivamente (con puntaje de 4).
Cola: La integridad de las plumas de la cola fue mejor para el sistema sin jaula con un 98.3% de sus aves con puntaje 4, seguida de las jaulas enriquecidas con 79.4% y las jaulas convencionales con 5.5% (con el 51.4% de sus aves con puntaje de 3).
El porcentaje de pluma sucia presente en cada sistema se presenta en el cuadro 9. Las aves de la jaula enriquecida mostraron un mayor porcentaje de pluma sucia (80.9%) que las de jaulas convencionales (11.1%) y sistema sin jaula (5%).
Discusión
El sistema sin jaula mostró la mejor condición del plumaje en todas las áreas evaluadas, excepto en el área de la pechuga en donde obtuvo las puntuaciones más bajas. En el estudio de Yilmaz, et al. (2016) también obtuvieron el mejor puntaje general para la condición del plumaje en el sistema sin jaula. Se considera que, un mejor estado de las plumas en los sistemas sin jaula, pueden ser el resultado del mayor espacio por ave y la oportunidad de poder realizar comportamientos como el baño de polvo y el acicalamiento (Meng et al. 2015; Tauson, et al., 2005).
Cabe destacar que, en general, para las cuatro regiones corporales y los tres sistemas de alojamiento, muy pocas aves mostraron plumaje con calificaciones de 1. A pesar de ello, las aves en jaulas convencionales obtuvieron, generalmente, mayor pérdida de plumas que los otros dos sistemas. Van Staaveren, et al. (2021) observaron una mayor frecuencia de picoteo de plumas y daño en el plumaje en gallinas alojadas en jaulas y que no tenían enriquecimiento ambiental; es importante mencionar que, no se observó que las aves de este estudio mostraran picoteo de plumas, el cual es un comportamiento agresivo o redirigido que se asocia con un bajo nivel de bienestar en el ave que lo da y en la que lo recibe (Blokhuis, et al. 2007; Tahamtani, et al., 2022). Aunado a lo anterior, la pérdida de plumas en los distintos sistemas del presente estudio puede ser atribuido a otras posibles causas. Con respecto a las jaulas convencionales, la mayor pérdida de plumas en el cuello, alas y cola podría ser el resultado del constante roce de estas áreas con la jaula, al comer, aletear, intentar realizar baños de polvo en el piso de alambre o simplemente por el movimiento dentro de la jaula (Rodriguez-Aurrekoetxea & Estevez, 2016; Lay, et al. 2011; Tauson, et al. 2005; Guinebretière, et al., 2013).
A pesar de que, en el sistema sin jaula las aves contaban con mayor espacio y sustrato para la realización de baños de polvo, estas mostraron las puntuaciones más bajas para el área de la pechuga, lo cual se atribuye al constante rose de esta área con la entrada de los nidos de lámina.
La pérdida de plumas en las áreas del cuello y la pechuga es un problema importante, ya que puede alterar la termorregulación de las aves, aumentando la pérdida de calor (pudiendo ocasionar un mayor consumo de alimento) y exponiendo la piel, haciéndola más susceptible de sufrir lesiones (Craig, et al. 1986; Tactacan, et al. 2009).
La jaula enriquecida fue el sistema que tuvo menor variación en cuanto al estado del plumaje, lo que podría considerarse un indicador de que las condiciones de espacio para cada ave y enriquecimiento fueron adecuadas. Sin embargo, las aves de este sistema mostraron un mayor y muy alto porcentaje de pluma sucia, representando un problema de higiene y un riesgo para la salud de las aves, que puede ser consecuencia del enriquecimiento ambiental (Wall, et al., 2008). Con base en las observaciones y en el diseño de estas jaulas enriquecidas, se considera que la posición y altura de las perchas ocasionó que unas aves pudieran defecaran sobre otras y, por lo tanto, el mayor porcentaje de plumaje sucio en este sistema.
Conclusiones
El sistema de jaula enriquecida obtuvo el mayor porcentaje de aves con plumaje sucio, lo cual se relacionó con la altura y posición de las perchas. Las aves del sistema de jaula convencional tuvieron una condición del plumaje más pobre, condición que puede afectar su nivel de bienestar. Estos problemas de higiene y de condición del plumaje de las aves son factores que deben considerarse en el diseño y equipo implementado en los sistemas de alojamiento alternativos.
En el presente estudio ninguno de los tres sistemas de alojamiento demostró ser ideal en todas las características evaluadas; para la implementación de alguno es necesario tomar en cuenta las implicaciones de cada uno de ellos en la salud, bienestar y productividad de las aves. Un buen manejo y diseño de las instalaciones, así como brindar un buen trato y cuidado a las aves son algo fundamental en cualquier sistema de alojamiento y, que se verá reflejado en la producción de huevo.
Literatura citada